EL OBSESIVO Y EL AMOR
- licosorioalzate
- 8 mar 2014
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El obsesivo se defiende encarnizadamente con sus síntomas del dolor, del amor. Sufre deseos que lo obsesionan y tiene terror de estos mismos deseos.
Enredado en su jaula narcisista, pretende un control total a partir del yo; se obsesiona con la pretension ilusoria, forzada e imposible de controlar y manejar los hilos de la escena deseante de su o sus mujeres. El obsesivo se retrae, se aísla emocionalmente para defenderse. Padece de su pensamiento, preso de la idealización de sí mismo, cuando en la vida amorosa debe tomar una decisión, se escabulle, anulando tanto la pérdida como la ganancia.
Según Lacan, el amor se desencadena cuando uno de los partenaires descubre que no puede satisfacer completamente al otro. Entre el hombre y la mujer, es la razón de un desencuentro que no obedece a ninguna razón psicológica o histórica. De ahi que la eterna insatisfaccion femenina la hace ser la supermitad del hombre
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